En la intimidad de los dolores y en la intimidad de los festejos Crónica del aniversario número 15 de La Nuestra Fútbol Feminista, Villa 31, Buenos Aires.
La maestra de ceremonias del cumpleaños número 15 de La Nuestra Fútbol Feminista reivindica desde aquel tiempo los derechos de las mujeres, de las mujeres de los barrios, de las mujeres marrones de los barrios, de las mujeres marrones de los barrios pobres. Entre las continuas barras que salen como pelotazos de su vientre tira “equipo deportivo con marrón” y se da una palmada en la piel parda del brazo antes de volver la vista fiera al público que la rodea.
La camiseta de Argentina que lleva puesta en tiempos mundiales flamea a la vez. En sus letras habla de patear los huevos del patriarcado, de derechos, de no derechos, de muerte, de vida y de amor por las pares y los barrios. El marco del recital es una esquina en el medio de la Villa 31, a cuadras de la terminal Retiro, una de las villas más grandes de la querida ciudad vecina: un mural de Néstor, la figura de Evita, las reivindicaciones constantes pegadas en las paredes.
La cancha Güemes se encuentra en medio del barrio de la Villa 31, en Retiro, Buenos Aires. Las canchas, en los barrios, son territorios de lucha y de poder. Para ganarse el derecho a jugar las pibas se enfrentaron con códigos barriales, ocuparon el espacio a las piñas y a los pelotazos.